jueves

Trabajé durante seis meses en un trabajo de mierda silueteando cientos de imágenes en photoshop. Renuncié cuando me enteré de que mi jefe cobraba el doble por mi trabajo pero me pagaba la mitad. Esa fue la primera certeza que tuve de no querer trabajar en una oficina de diseño. A la larga son todas lo mismo: te explotan al límite, le cobran caro al cliente por tu trabajo y se embolsillan la mitad. Te lo descuentan alegando que ellos son intermediarios entre el cliente y tú. Gracias a ellos tú tienes ese trabajo. Por tanto debes hacer lo que a ellos les parezca. No sólo debes complacer al cliente, sino además a tu jefe. Pero toda la responsabilidad respecto al éxito del trabajo recae sobre tí.

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