martes

Una oración

Sobre la energía que brota de la Tierra, que nos hace parte de ella.
Sobre la Pacha Mamma que vive aquí y en todas partes, que se asoma por las montañas [ esas que ya casi no se ven desde aquí ]
Sobre lo agradecidos que estamos por lo que tenemos y somos.
Gracias.

sábado

Dos metros cúbicos

Ahora tenemos un cocodrilo en la sala, y un avión desarmado en un cajón de las Cosas Guardadas (el Mundo de las Cosas Guardadas mide dos metros cúbicos). Escribo código hasta la media noche, a veces más. Duermo ocho horas (no se puede escribir código de otro modo).
Sé poco de quienes dejé, y poco de quienes recuperé. Paisajes lejanos vienen a veces, pero los cercanos son reales, familiares y queridos. La ciudad es verde, como siempre, días soleados y lluvias veraniegas, cielo azul y cerros límpidos. La sabana en su verdor, al sol decembrino, que se adelantó.
Me gusta la incertidumbre bogotana, no saber qué clima hará el próximo lunes.

miércoles

un apunte sobre la libertad

Quizás porque la libertad absoluta no era algo que nos hiciera falta, sino que más bien, de algún modo, nos estorbaba, es que quizás nos ha sentado bien la convivencia. Y porque a la larga, somos siempre tan libres como llegamos a querer.

sábado

Cuando no me hallo

Todo queda lejos, excepto las sensaciones, el ligero y lejano mareo, el dolor en las nalgas cuando estoy sentada, la tensión de la espalda.
Mejor estar lejos.

lunes

Tomado de www.cnv.org, una organización que busca difundir los principios de la Comunicación No violenta.
La traducción es mía, pero pueden encontrar el texto original aquí.
1. Pasar algún tiempo cada día reflexionando calmadamente sobre cómo nos gustaría relacionarnos con nosotros y con los demás.
2. Recordar que todos los seres humanos tienen las mismas necesidades.
3. Revisar nuestras intenciones para ver si estamos tan interesados en que los demás satisfagan sus necesidades tanto como las nuestras.
4. Cuando le pidamos algo a alguien, revisemos antes si estamos haciendo una solicitud o una demanda.
5. En vez de decir lo que NO queremos que haga alguien, decir lo que SÍ queremos que haga.
6. En vez de decir lo que queremos que alguien SEA, decir qué nos gustaría que la persona hiciera, que esperamos lo ayude a ser de esa manera.
7. Antes de mostrarnos de acuerdo o en desacuerdo con las opiniones de alguien, tratar de sintonizarnos con lo que esa persona está sintiendo y necesitando.
8. En vez de decir "no", expresar qué necesidad nuestra nos previene de decir "sí".
9. Si nos sentimos deprimidos, pensar en qué necesidad nuestra no está siendo satisfecha, y qué podríamos hacer para satisfacerla, en vez de pensar sobre lo que está mal con los demás o con nosotros mismos.
10. En vez de elogiar a alguien que hizo algo que nos gustó, expresar nuestra gratitud diciéndole a esa persona qué necesidad nuestra llenó con su acción.
_________
(c) 2005 by Center for Nonviolent Communication
Website: www.cnvc.org Email: cnvc@cnvc.org
Phone: +1.818.957.9393

jueves

Sobre los dos

Las mujeres no necesitamos un hombre que nos entienda. Basta con que respete nuestros espacios y nos ame, en ese orden.

Reglamento general lobuno para la vida

1.- Comer
2.- Descansar
3.- Vagabundear en los períodos intermedios
4.- Ser fiel
5.- Amar a los hijos
6.- Meditar a la luz de la luna
7.- Aguzar el oído
8.- Cuidar de los huesos
9.- Hacer el amor
10.- Aullar a menudo

_________________________

Tomado de http://www.yliakazama.com/corazon/corazon_depredadores.html, sobre el libro Mujeres que corren con los lobos, de Clarissa Pinkola Estés

Reglamento general lobuno para la vida

1.- Comer
2.- Descansar
3.- Vagabundear en los períodos intermedios
4.- Ser fiel
5.- Amar a los hijos
6.- Meditar a la luz de la luna
7.- Aguzar el oído
8.- Cuidar de los huesos
9.- Hacer el amor
10.- Aullar a menudo

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Tomado de http://www.yliakazama.com/corazon/corazon_depredadores.html, sobre el libro Mujeres que corren con los lobos, de Clarissa Pinkola Estés

Para escritores

Un artículo porteño que da consejos para escribir una novela. Muy acertados.

http://weblogs.clarin.com/podeti/archives/082460.php

Muchos mundos

Hay muchos mundos, muchas verdades y muchas explicaciones. En la india existen millones de dioses, todos son ciertos y a todos se los venera. Así pues, es verdad que existe un yo superior y un alma y una conciencia colectiva y un corazón universal que nos une a todos y que nos hace a todos parte de una misma cosa. Yo lo he sentido. Pero también es verdad que cada quien tiene sus propias pequeñas felicidades mundanas, que nos gusta comer carne, tener sexo y emborracharnos, que queremos ser felices antes de morirnos. Yo no creo que se deba escoger uno de los dos caminos y dedicarse a él de por vida. Yo no creo que se trate de decidirse entre una vida espiritual o una material, yo creo que todo debe ser tenido en cuenta. Si existen todos los caminos, ¿cómo va a ser verdadero ninguno frente a los otros? Lo que hace verdadero a un camino es que queramos caminarlo. Que nuestra decisión de mantenernos en él esté libre de miedo o de ambición, como dice Carlos Castaneda.
De todas formas, los caminos no llevan a ninguna parte, no es esa la razón de su existencia. Ellos no llevan, ellos simplemente están ahí, esperan al caminante que los descubra, que los recorra, que los explore. El caminar es una acción en presente, vivir el momento, estar ahí, sin importar qué sea lo que hagamos. Vivir desde la oración más pura hasta el acto más bajo, de lo sublime a lo mundano.
A estas alturas de mi vida (y todavía no me considero vieja), yo no creo que la felicidad sea algo que me esté esperando después de ochenta años de sacrificio. Que si no la encuentro aquí, en la vida diaria, no la voy a encontrar en ninguna parte. Que con preocuparme no gano nada, y que un sofá roto, una olla sucia, o una mancha de grasa no tienen por qué ser cosas que merezcan demasiada atención.
He cambiado, es verdad. Vivir aquí me ha enseñado un par de cosas. Soy más tolerante, al fin y al cabo todos tenemos nuestros propios problemas, es que cada uno está tan ensimismado en lo suyo, y tiene tanta necesidad de atención y de afecto que no hacemos más que gritar por sobre todos los demás, alzar nuestra voz sobre las otras y exigir que se nos escuche, sin ofrecer a cambio nuestros oídos.
He aquí unos oídos dispuestos a escuchar.

Sueño

Todos necesitamos algo de caos en nuestra vida. De hecho, la tercera parte de ella, el sueño, es puro caos.

lunes

"Un guerrero debe aprender a hacer que cada acto cuente, pues va a estar aquí, en este mundo, tan sólo un tiempo breve; de hecho, demasiado breve para ser testigo de todas las maravillas que existen."
-. Carlos Castaneda

viernes

Ahora dejamos que la vida nos lleve por su cauce. Le pedimos que nos hiciera esto, y se lo vamos a permitir. Soltar la orilla y empezar a navegar. Aprender a manejar la inestabilidad.

domingo

De la serie Preguntas

¿Qué te gustaba en la lonchera cuando eras niño?
Sánduches de queso, hechos en la sanduchera eléctrica. No, perdón, en la tostadora de la estufa, porque quedaban sellados en los bordes con una rajadura diagonal. Y con queso campesino, sobre todo. Era lo mejor.

lunes

"Una vez mi hermana Ana estaba preparando un sancocho, y entonces una paloma entró volando a la cocina, se tropezó con las cosas y cayó a la olla del sancocho. La paloma quedó malherida, y Ana la lavó y la secó, pero al rato ya estaba muerta."
Pedí recordar este fuego. Las tres sibilas discutiendo y riendo sobre el fuego, asuntos primarios. La piel sauria de los troncos ardiendo en la noche invernal, deshaciendo las culpas que nos carcomen, que se nos vienen en el equipaje sin que las hayamos puesto ahí.
A veces pienso en esa carga, y es tan pesada, todavía, hay en ella tantas cosas. Desearía ser como los monjes que no necesitan casi nada, que saben ayunar y sólo usan un sari, que han aprendido a dominar el dolor. Yo, en cambio, le temo profundamente. Me duele y le temo tanto que no soy capaz de salir al frío polar del baño por las noches, ni componerme decentemente en las mañanas, cuando sé que dentro de la cama caliente estaré más cómoda. Soy débil y pequeña, no tengo esa voluntad férrea a prueba de todo. O quizás la tengo, pero se escabulle en el día a día.
Sin embargo, recuerdo mi respiración, otra vez, y recuerdo que hay cosas que sé y que me suceden, así sea sólo a veces, como que sí hay magia alrededor nuestro. No salgo a buscar un camino, porque mi camino yace ya bajo mis pies, no tengo más que empezar a caminarlo. Hay sabiduría a mi alrededor, sólo debo abrir un poco más los ojos.

Yo no sé si las cosas son como yo creo que son, pero hay algo que sé: que yo crea unas cosas y no otras sí influye en lo que pasa alrededor mío. Es igual que la magia. O que las brujas, que no existen pero que las hay las hay. Si crees en la magia, la magia existe. Si no crees en la magia, la magia no existe. Es tan relativo como eso. Ninguna de las dos posiciones es más verdadera que la otra. Y esto te lo puede confirmar cualquier persona: alguien que crea en la magia, y alguien que no.

martes

Confiar, sobre todo eso. Confiar en que puedo, en que soy capaz, en que no me voy a caer. Pienso por ejemplo en que el secreto de caminar por la cuerda floja es no pensar en que te puedes caer. Caminar como sobre una línea en el suelo. Confiar.
La magia existe sólo si crees en ella. Si quieres magia, la condición es creer. Por absurdo que suene, es la manera en que funciona. Y quizás ello sea porque es nuestra imaginación la que le da materia a la magia, posibilidad de estar. No hay actos mágicos que no tengan en mí su semilla.
Pero para confiar hay que hacerlo, precisamente: confiar. Y a veces me pregunto cómo.

viernes

El propósito no es ser perfecto.
Cosas para hacer: meditar.
Estar en el momento y en el lugar, sin tener la mínima conciencia de un mañana. Vivir atravesando el río, sin aferrarse a nada, sin permanecer en ningún lugar, sin proyectarse. Comprender que los caminos no llegan a ninguna parte, lo que -hay que decirlo- los hace a todos iguales.

jueves

Como no me gusta llenar el correo de mis contactos con FWs, lo que mejor me parece es usar este espacio para hacer público lo que me parece que debería (al fin y al cabo, este blog es mío). Llegó esto a mi correo, y pienso que la información es poder, en cualquiera de sus formas. Así que lo mejor es estar informados.
Este vínculo contiene información sobre las recientes protestas en las universidades públicas de Bogotá:

http://docs.google.com/Doc?id=dm69kfh_38fkd5v7

lunes

"Nada diré en contra de mi dios -pese a todo- arrinconado, ni pediré en mis oraciones el paraíso de los hombres, ese lugar completamente anestésico repleto de felicidad y buenos corazones, medio pedazo de la verdad, a sabiendas de que en el paraíso auténtico, habitado por seres desconocidos, debe existir un vasto espacio en el que sean capaces de caber el cenit y el nadir, tu blanco y tu negro, e indudablemente también mi escala de grises, sin cuya existencia seríamos seres completamente simples, desprovistos de cualquier abismo y cualquier cresta momentánea, condenados a ser para siempre de un tono único y esclavizante, almas lisas encajadas en un monótono rompecabezas. Te diré más todavía: tu blanco y tu negro, por gracia de la existencia de los grises, no son más que una y la misma cosa.

»Así que me cobijo en ese gris que no tiene nombre, que carece por completo de cadenas y desconoce la esclavitud, comoquiera que ella se disfrace. Inclusive la que se deriva del cercenamiento de medio destino en aras de la mundana claridad que los hombres de este tiempo creen legal y única. No, La Verdad, así llamada, es en sí misma una contradicción; no es lícito otorgar un carácter singular a un concepto tan múltiple e infinito.

»Te diré, entonces, una de mis verdades. Al igual que sucede con todos los demás, no es verdad todo lo que hablo, y no es mentira todo lo que callo. No tengo, por ello, mentiras incorruptibles ni verdades inamovibles, pero puedo decir que en general defiendo la veracidad ante mi propia persona antes que nada.

Esto por ahora.

Renuncio a la teoría. Renuncio desde el mismo momento en que admito que mi memoria es incapaz de sostener palabras ajenas. Ya he pensado tanto, y me he quedado quieta tanto tiempo por pensar que he tomado la resolución del acto. Moverme me dará la certeza de hablar de mis propios pasos, generarme mis propias heridas y estar segura, cuando menos, de que mis errores son míos, que no los leí en ninguna enciclopedia. Si alguien quiere una justificación de mi práctica, que funde una universidad.

sábado

No lo soñé, estaba ahí hace por lo menos seis meses, un dolorcito pequeño en el centro del pecho que se sentía más si respiraba profunda y conscientemente. Eso y varias otras cosas. Introspección, insoportabilidad, incomprensión temporal por las cosas simples. Inseguridad, también temporal, hasta por lo evidente. Ciertamente una dosis de inmadurez, mezclada con algo de orgullo herido quién sabe dónde ni por qué, y no nos importa. Celos abstractos, repentinos e inexplicables, poco recurrentes. Alguna que otra tristeza improcedente. Otro dolorcito en el centro del pecho. Recaídas de ánimo inoportunas. Silencios largos. Apasionamiento por sentimientos fútiles. Autocompasión. Agresividad incomprensible. Inestabilidad emocional, a qué negarlo. Inestabilidad.

Estabilidad. Una de esas palabras que pertenecen ya a un léxico propio en mi diccionario vital. Una de sus acepciones es el estancamiento, ser siempre el mismo, estar quieto. Un ser puede convencerse de unos ideales, de la importancia de ciertas cosas sobre otras, forjarse un modo de vida, y estabilizarse en un estadio de su existencia en el que no va a aprender nada. Ser estable es ser políticamente correcto, una manera fácil de no ganarse problemas. Se es fiel a un modo de vida, y se lucha arduamente por no introducir en él ningún cambio, seguir siendo lo que se es y mantener un horizonte claro y despejado que te señale claramente tu rumbo en uno, diez, veinte años. La vida como un largo camino recto del que suponemos el final, siempre más adelante de ahora. Lo estable se parece a un futuro cierto y demarcado, a una carrera con futuro, a un modo de vida aceptado, una casa que se paga por cuotas y un salario que llega los treinta de cada mes. La idea que se suele tener de lo que es adecuado y correcto.

Otra acepción: no existe estabilidad absoluta en el universo porque todo es un juego de fuerzas complementarias que están en continuo fluir de un extremo a otro. Equilibrio, tal vez. Lo que está siempre al límite, en el borde, lo que puede caer en cualquier momento, sin eternidades. El equilibrio es inestable, es la tensión entre las fuerzas, es todo el tiempo cambiante, va imperceptiblemente de un lado a otro. Lo que está más cerca del centro, lo más cerca que se puede estar. El equilibrio ofrece la posibilidad de balancearse hacia cualquier lado, de marchar a cualquier dirección, incluso sin una decisión deliberada. La libertad de movimiento hace posibles todos los aprendizajes, todas las exploraciones, todos los sentimientos.Implica también cosas que no te esperabas en un principio. Te caerás más de una vez. Te pondrás del lado de /tú y nadie más /y entonces a nadie le interesará lidiarte. Harás cosas incomprensibles, odiarás que te hablen un día, reirás de repente a carcajadas, sentirás asco y atracción, volarás y te sumergirás. Mirarás mal y seducirás. Puedes llamarlo desequilibrio hormonal, seguramente lo es. Igual que se podría decir que el amor es una sobredosis de endorfinas, pero todos sabemos que hay mucho más. Dejarse fluir, saber que no siempre se tiene que estar de buen humor o tener una sonrisa a flor de piel, y estar bien con ello. La vida fluye en remolinos y cataratas turbulentas, así como nos lleva a remansos tranquilos y fuentes cristalinas. No importa la dirección de la corriente sobre la que nos lanzamos, importa el aprender a sumergirnos en ella, mojarnos en ella, vivirla. Quiero lanzar mis salvavidas a la corriente, para que se los trague y no me los traiga más de vuelta.

Algunos de los más patéticos están descritos al principio de este escrito. Quedar limpia y reluciente, como una cacerola de aluminio.

Aprender a nadar.

Me susurra al oído,

A veces.

A veces me acaricia las piernas

Sin que yo le pregunte.

No es siempre, no,

solo a veces.

martes

De últimas

Pago cinco horas de internet (todavía en espera de mi máquina). Navego las cicno horas enteras y nunca me alcanza para todo. Siempre algo pendiente, algo que queda atrás. La red es finita (¿lo es?) e inabarcable. Y mi lista de direcciones para mirar es cada vez más amplia. En esa lista, el porcentaje de cosas que todavía no he visto supera siemre al de cosas que ya vi. Voy tachando. Un sitio me lleva a otro, siempre. A veces para buscarle una explicación a un pantallazo absurdo que me deja en la nada. O para seguir mirando algo que me atrapó. Muchas veces digo... bueno lo leo después, pero no hay un después nunca. Podría pasarme el día entero frente a la pantalla, pero empiezan a dolerme las articulaciones. Voy a tener que iniciar un horario de lectura diario, para no tomarme aquí más tiempo del que me permite mi columna vertebral, esa que siempre trato de conservar recta y que se sigue defendiendo.
 

domingo

Escribir un libro de temas, sólo un temario, sobre el que alguien que se anime quiera escribir algo más largo. Quizá uno de mis deseos secretos sea el encontrar un eco, recibir una respuesta, crear un colectivo que haga mutar el objeto, la creación.

Qué tristes son las demoliciones. Ver cómo se inmaterializan cientos de recuerdos.

Edificios muertos, que se desinflan.

Va a venir, yo sé está esperando allá, detrás de la puerta. Apenas lleve un rato aquí atravesará la puerta y se apoderará de mi estómago. Me hará cosquillas en el vientre. Exigirá ser tenida en cuenta, ensanchándose allí, cada vez más, amplia y profunda. Me obligará a levantarme de mi cama cómoda y caliente, ir hasta la cocina, buscar en los anaqueles algo para comer.

La clave está en mantener siempre recta la columna vertebral.

viernes

Sobre la felicidad. Sobre abrir el pecho para poder recibir las bendiciones. Entran por la ventana, por debajo de la puerta, agazapadas en el aire que enfría el cuarto, se deslizan por los rayos de sol y se quedan prendidas bajo la colchoneta, y entre las motas de las pieles de cabra tiradas en el suelo.

Sobre el miedo. Miedo a morir de todo, a que ya no aclare después de la noche, a que deje de doler. El miedo se queda suspendido en el inmenso aire que va del techo al suelo.

Sobre las visiones. O mirar en perspectiva, en el antes o en el después. En el otro tiempo y el otro espacio vital, donde las bendiciones nacen y los miedos mueren, ambos en el mismo lugar. Leer en el espejo.

martes

Si yo lo que quiero es explorar otras vidas, otros mundos en los que quizás me sienta más cómoda. ¿A qué aplazar la felicidad, si la felicidad se nos va a adelantar sin esperarnos? Siempre estará más adelante, cuando venda el computador, cuando salga de la ciudad, cuando salga de Colombia, cuando salga de Ecuador, cuando llegue a Cuzco, cuando tenga una estufa de gas, cuando deje de ver a tanta gente, cuando llegue a Machu Picchu, cuando vuelva a Machu Picchu, cuando llore, cuando deje de llorar, cuando paguen esa plata, cuando pase Semana Santa, cuando vuelva a El Bolsón, cuando vuelva a la ciudad, cuando consiga un lugar propio, cuando tenga una estufa de leña, cuando consiga trabajo, cuando consiga un computador, cuando salga de la ciudad, ¿cuándo? ¿cuándo? ¿cuándo?

sábado

en subte

Aire caliente entrando por las ventanas semiabiertas, luz fría de lámparas que apenas repelen la oscuridad del túnel, resonancia del eco multiplicándose en las paredes metálicas del vagón, gente que no habla, que no está ahí, silencio de subte.

martes

En inglés

Le escribía esto a un amigo que todavía no aprende el español, ni llega a Buenos Aires...

I like Buenos Aires, maybe because it´s a city where I don´t think I´ll live more than a few months, maybe a year...
Big, plenty of libraries (at least for me-- in Bogotá you can´t find so many!), you´ll find it much better than El Bolsón, I´m sure. There are a lot of things to do. Even if you have money (*) or not so many (as me).

(*) That use to be the best when you live in the city. Out of the city there are all other things that flows to your soul, so you don´t need all that stuff that money buys for you.

domingo

Estás leyendo esto. Sentado, de pie, recostado, inclinado, o de cualquier manera. No eres conciente de eso, pero debes serlo. Tu cuerpo te necesita, necesita que le pongas atención. Todo el tiempo. Ahora, en un rato, mañana, más adelante. Cuando te pares de ahí, en el baño, afuera, recostado, por teléfono, en el bus. Sí, todo el tiempo. Si no es todo el tiempo, lo olvidas. Y pasas por encima de tu espalda, tus pies, tu cabeza y tu buen ánimo. No puede olvidarse al cuerpo, ese que estará todo el tiempo que sabes que estarás -porque después no sabes-.
Respiras todo el tiempo, te guste o no, te des cuenta o no. Respirar está ahí siempre, sucede toda la vida, lo primero al nacer, y lo último al morir. Si respiras todo el tiempo, entonces, la respiración se convierte en lo que te puede recordar todo el tiempo que estás vivo, que tu cuerpo funciona. Es algo que no puede olvidarse, aunque se ignore. Pero ya no debe más ser ignorado.
Esto es importante. No debes olvidarlo, aunque termines de leer esto y te vayas a otra cosa. Es algo que debe recordarse, que se debe hacer un esfuerzo por recordar. Es un esfuerzo importante.
Respirar te hace conciente de tí, de que estás ahí. Sé conciente de que respiras, de que el aire fluye en tí. Solo centrarse en la respiración ya te devuelve la perspectiva, te hace más sabio, te recuerda que hay algo más, antes y después de lo que estás haciendo. Es el silencio suficiente para escuchar al cuerpo que, a veces retorcido, clama por un poco de atención, una postura más cómoda, una siesta, un poco de actividad.
En ese silencio está también la voz de la intuición, de lo que es más sabio que la mente sin saber cómo. Solo tú puedes traducir lo que te dice, yo no podría decírtelo. Respira y aprende a escucharla. A saber que hay cosas que están bien, aunque no parezcan, o que están mal, aunque no parezcan, o que deben ser o hacerse, aunque cueste creerlo. Esa voz habla aunque no escuches, y sigue hablando aunque dejes de escuchar. La voz siempre está ahí, como la respiración. No se opta por respirar o no respirar. Se opta por ser o no conciente de ello.

Esto es importante, por eso lo escribo. A mí me lo han recordado ya varias veces, diferentes personas, en muy diferentes momentos. Y ya es hora de tomármelo en serio. Una voz que se escucha más de una vez no es un fantasma.

lunes

Buenos Aires no es tan grande como para comerme viva. Suficiente para perderme un poco, y sí mucho para desorientar a cualquiera. La gente que vive conmigo, que en este momento son aquellos con quienes me hablo más de dos veces por semana, se sorprenden de que no salga más seguido, de que no esté pendiente de cada actividad, de cada presentación, de cada fiesta. Creo que no han entendido que llevo encima tres meses de nomadismo descontrolado, que he visto más cosas de las que había visto en toda mi vida, y que mi mente necesita un poco de reposo si no quiere olvidar lo que aprendió en sus travesías.
A veces pienso en el viaje y siento que si lo dejo ir, se va a ir, ciertamente, de mí, y se va a convertir en un recuerdo. Pero no, el viaje sigue estando, yo sigo aquí, sigo de viaje, y esta todavía no es mi casa.

jueves

Una colombiana de a pie, sobre Buenos Aires a pie.

Hablo por teléfono con una muchacha que me informa sobre el costo de algunos cursos de literatura. Pregunto por las formas de pago. "Venís y pagás cuarenta pesos.","¿Y no reciben tarjetas?", "No, sólo son cuarenta pesos, venís, los pagás y te inscribís", me contesta con sequedad porteña. Pienso que en Colombia te reciben tarjeta para pagar un mercado de diez mil pesos a crédito. Es una cultura diferente, enseñada para salir adelante sin agachar la cabeza.
(A una semana de llegar)
SOBRE MÁS DE TRES MESES DE AUSENCIA ::

La ausencia no fue tal: más bien desplazamiento. Si llevo tres meses sin escribir nada en este blog, es porque todo el tiempo he estado nutriendo a latinoamórica, un proyecto que me llevó años concretar y que registro paso a paso en mi ventana paralela. He atravesado un túnel, oscuro para este espacio, pero muy luminoso para mí que me ha dejado en otro lugar.
Ahora, un nuevo espacio fìsico y un desplazamiento de mi espacio interno merece un cambio en este espacio. Heme aquí, sin mayores aspavientos.

martes

de viaje

Ya debe ser tarde para remitir a mis lectores al blog de nuestro recorrido por suramérica, pero más vale tarde que nunca: si me quieren leer más, visiten latinoamorica
Hoy desde La Paz, mañana desde cualquier lugar.

lunes

Que no me coja la vida desprevenida, y me entere demasiado tarde de que estoy en un lugar que no quiero. Que no me lleguen los años viviendo una vida obligada que ya no podré dejar porque no conozca otra distinta. Que pueda tomar siempre las decisiones sobre mi vida y no al contario.
No vale la pena vivir la vida que nos toca, si no es la misma que queremos vivir.