jueves

No soy de los escritores que suelen ser escogidos por sus novelas, por sus personajes, por sus escritos en general. No sé si a alguien le sucede así pero yo prefiero creer que todavía escojo lo que quiero escribir. La escritura no fluye irrefrenablemente de mí, no es un impulso ineludible frente al cual si me resisto caeré enferma. Escribo, sí, porque es lo que mejor creo que sé hacer, lo que más me gusta. Una razón literaria que seguramente me invalidará como candidata a la lista de esos escritores mitológicos que parecen estar atrapados en sus novelas y son un personaje minúsculo que solo presta su pluma para que los personajes vivan sus propias historias.

Yo, para mi fortuna y vuestra desgracia, dependo por completo de mi ego para nutrir mis escritos.

 

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