domingo

Apenas me queda un día aquí, y confieso que de los tres anteriores no ha quedado gran cosa consignada. ¿He de obligarme a escribir? Esta obligación de la publicación es extraña. Con un medio como éste, suponía que la publicación era lo difícil, que lo de menos era la escritura, la que sale por sí misma, la que parece que necesitara ser refrenada.
Pero publicar aquí es tan fácil que te apabulla la escritura. El síndrome de la hoja en blanco se multiplica y se hace paralizante. Y obviamente que hacerlo en un lugar como éste no es precisamente la mejor ayuda del mundo.
Así que justificaré mi ausencia -y el que abandone estas líneas tan jóvenes y precarias- diciendo que prefiero un lugar más tranquilo para mi escritura y que estando aquí (pero sólo por eso) tengo cosas más interesantes que hacer.

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