sábado
Cuando no me hallo
Mejor estar lejos.
lunes
La traducción es mía, pero pueden encontrar el texto original aquí.
1. Pasar algún tiempo cada día reflexionando calmadamente sobre cómo nos gustaría relacionarnos con nosotros y con los demás.
2. Recordar que todos los seres humanos tienen las mismas necesidades.
3. Revisar nuestras intenciones para ver si estamos tan interesados en que los demás satisfagan sus necesidades tanto como las nuestras.
4. Cuando le pidamos algo a alguien, revisemos antes si estamos haciendo una solicitud o una demanda.
5. En vez de decir lo que NO queremos que haga alguien, decir lo que SÍ queremos que haga.
6. En vez de decir lo que queremos que alguien SEA, decir qué nos gustaría que la persona hiciera, que esperamos lo ayude a ser de esa manera.
7. Antes de mostrarnos de acuerdo o en desacuerdo con las opiniones de alguien, tratar de sintonizarnos con lo que esa persona está sintiendo y necesitando.
8. En vez de decir "no", expresar qué necesidad nuestra nos previene de decir "sí".
9. Si nos sentimos deprimidos, pensar en qué necesidad nuestra no está siendo satisfecha, y qué podríamos hacer para satisfacerla, en vez de pensar sobre lo que está mal con los demás o con nosotros mismos.
10. En vez de elogiar a alguien que hizo algo que nos gustó, expresar nuestra gratitud diciéndole a esa persona qué necesidad nuestra llenó con su acción.
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jueves
Sobre los dos
Reglamento general lobuno para la vida
1.- Comer
2.- Descansar
3.- Vagabundear en los períodos intermedios
4.- Ser fiel
5.- Amar a los hijos
6.- Meditar a la luz de la luna
7.- Aguzar el oído
8.- Cuidar de los huesos
9.- Hacer el amor
10.- Aullar a menudo
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Tomado de http://www.yliakazama.com/corazon/corazon_depredadores.html, sobre el libro Mujeres que corren con los lobos, de Clarissa Pinkola Estés
Reglamento general lobuno para la vida
1.- Comer
2.- Descansar
3.- Vagabundear en los períodos intermedios
4.- Ser fiel
5.- Amar a los hijos
6.- Meditar a la luz de la luna
7.- Aguzar el oído
8.- Cuidar de los huesos
9.- Hacer el amor
10.- Aullar a menudo
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Tomado de http://www.yliakazama.com/corazon/corazon_depredadores.html, sobre el libro Mujeres que corren con los lobos, de Clarissa Pinkola Estés
Para escritores
http://weblogs.clarin.com/podeti/archives/082460.php
Muchos mundos
De todas formas, los caminos no llevan a ninguna parte, no es esa la razón de su existencia. Ellos no llevan, ellos simplemente están ahí, esperan al caminante que los descubra, que los recorra, que los explore. El caminar es una acción en presente, vivir el momento, estar ahí, sin importar qué sea lo que hagamos. Vivir desde la oración más pura hasta el acto más bajo, de lo sublime a lo mundano.
A estas alturas de mi vida (y todavía no me considero vieja), yo no creo que la felicidad sea algo que me esté esperando después de ochenta años de sacrificio. Que si no la encuentro aquí, en la vida diaria, no la voy a encontrar en ninguna parte. Que con preocuparme no gano nada, y que un sofá roto, una olla sucia, o una mancha de grasa no tienen por qué ser cosas que merezcan demasiada atención.
He cambiado, es verdad. Vivir aquí me ha enseñado un par de cosas. Soy más tolerante, al fin y al cabo todos tenemos nuestros propios problemas, es que cada uno está tan ensimismado en lo suyo, y tiene tanta necesidad de atención y de afecto que no hacemos más que gritar por sobre todos los demás, alzar nuestra voz sobre las otras y exigir que se nos escuche, sin ofrecer a cambio nuestros oídos.
He aquí unos oídos dispuestos a escuchar.
Sueño
lunes
viernes
domingo
De la serie Preguntas
¿Qué te gustaba en la lonchera cuando eras niño?
Sánduches de queso, hechos en la sanduchera eléctrica. No, perdón, en la tostadora de la estufa, porque quedaban sellados en los bordes con una rajadura diagonal. Y con queso campesino, sobre todo. Era lo mejor.
lunes
A veces pienso en esa carga, y es tan pesada, todavía, hay en ella tantas cosas. Desearía ser como los monjes que no necesitan casi nada, que saben ayunar y sólo usan un sari, que han aprendido a dominar el dolor. Yo, en cambio, le temo profundamente. Me duele y le temo tanto que no soy capaz de salir al frío polar del baño por las noches, ni componerme decentemente en las mañanas, cuando sé que dentro de la cama caliente estaré más cómoda. Soy débil y pequeña, no tengo esa voluntad férrea a prueba de todo. O quizás la tengo, pero se escabulle en el día a día.Sin embargo, recuerdo mi respiración, otra vez, y recuerdo que hay cosas que sé y que me suceden, así sea sólo a veces, como que sí hay magia alrededor nuestro. No salgo a buscar un camino, porque mi camino yace ya bajo mis pies, no tengo más que empezar a caminarlo. Hay sabiduría a mi alrededor, sólo debo abrir un poco más los ojos.
Yo no sé si las cosas son como yo creo que son, pero hay algo que sé: que yo crea unas cosas y no otras sí influye en lo que pasa alrededor mío. Es igual que la magia. O que las brujas, que no existen pero que las hay las hay. Si crees en la magia, la magia existe. Si no crees en la magia, la magia no existe. Es tan relativo como eso. Ninguna de las dos posiciones es más verdadera que la otra. Y esto te lo puede confirmar cualquier persona: alguien que crea en la magia, y alguien que no.
martes
La magia existe sólo si crees en ella. Si quieres magia, la condición es creer. Por absurdo que suene, es la manera en que funciona. Y quizás ello sea porque es nuestra imaginación la que le da materia a la magia, posibilidad de estar. No hay actos mágicos que no tengan en mí su semilla.
Pero para confiar hay que hacerlo, precisamente: confiar. Y a veces me pregunto cómo.
viernes
jueves
Este vínculo contiene información sobre las recientes protestas en las universidades públicas de Bogotá:
lunes
»Así que me cobijo en ese gris que no tiene nombre, que carece por completo de cadenas y desconoce la esclavitud, comoquiera que ella se disfrace. Inclusive la que se deriva del cercenamiento de medio destino en aras de la mundana claridad que los hombres de este tiempo creen legal y única. No, La Verdad, así llamada, es en sí misma una contradicción; no es lícito otorgar un carácter singular a un concepto tan múltiple e infinito.
»Te diré, entonces, una de mis verdades. Al igual que sucede con todos los demás, no es verdad todo lo que hablo, y no es mentira todo lo que callo. No tengo, por ello, mentiras incorruptibles ni verdades inamovibles, pero puedo decir que en general defiendo la veracidad ante mi propia persona antes que nada.
Esto por ahora.