Estar en el momento y en el lugar, sin tener la mínima conciencia de un mañana. Vivir atravesando el río, sin aferrarse a nada, sin permanecer en ningún lugar, sin proyectarse. Comprender que los caminos no llegan a ninguna parte, lo que -hay que decirlo- los hace a todos iguales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario