Que todo el que quiere estudiar puede y lo hace. Pues yo digo que no. Yo, que quise, pude y lo hice. Porque no todos los que quieren estudiar pueden. Porque no para todos es más fácil que para mí, ni siquiera igual. Es verdad que hay muchos que luchan desde abajo y se abren camino a pecho propio, pero su voluntad es grande. Si a mí me tocó fácil y a él difícil, ¿cómo puedo hablar de igualdad? ¿Cuánta voluntad tendría yo si el camino que tuviera que recorrer fuera diez veces más largo?, ¿lo caminaría igual?, ¿con la misma energía? Si mi carga fuera más pesada, ¿podría soportarla? ¿Y podrían otros, esos que no son yo?
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