CUENTO DE MAR
A Rosa Maria
Lyrics: Jorge Robledo Ortiz.
Voy a beberme el mar.
Ya tengo listo mi velero fatasma.
No le he trazado rumbos a mi auscencia.
No he fatigado el mapa
Localizando zonas que no bailen
Al macabro jazz-band de las borrascas.
Viajaré simplemente,
Sin triangular alturas ni distancias,
Levantando en el timón a Don Quijote
Y a la Rosa del Viento en la solapa.
Acompáñame tú, dulce chiquilla.
Partiremos al alba,
Cuando los alcatraces no dibujen
Su ecuación de náufragos sobre el agua.
Arranca tus raíces de la tierra,
Abre tu citolegia de nostalgias
Y vamos a babarnos el océano
En la copa de luz de la mañana:
Visitaremos todos los países,
Los puertos y las radas.
Te compraré crepusculos en Chipre,
Un elefante niño al sur de África,
Un gajo de luceros en Corea,
Dos elásticos tigres de Bengala,
El dolor milenario de un camello
Y la fatiga estéril del Sahara.
En el Japón te mostraré los biombos
Con figuras bilingües y enigmáticas.
En Pekín buscaremos la muñeca
De blanco corazón de porcelana.
Haremos de bambú balsas de ensueño
Para subir un río de esperanzas
Y te daré un sombrero en forma de hongo
Y una de chinelas para tu pijama.
Pasaremos a Escocia y a Noruega.
Después navegaremos a Finlandia
Para buscar la estirpe de un vikingo
De ojos azules y de luenga barba
Que se murió coleccionando fiordos
En el album con sal de su nostalgia,
Mientras su vieja pipa marinera
Quemaba archivos íntimos del alma.
Y siempre sin control, siempre viajando,
Iremos al pais de Sheherezada
Y allí te contaré Mil y una Noches
De reyes y de esclavas,
De romances y torres de marfil,
De bazares, de alfombras y de flautas,
De madrigales y de surtidores
De pie como las cobras encantadas.
Subiremos al Rhin buscando a Wagner
Y su Tetralogía desvelada.
Cazaremos los cisnes hiperbóreos
Que abanican la muerte con sus alas.
Te diré que la música es un vino
Que cuando estamos tristes se derrama,
Y que el silencio es un santuario celta
Donde repoza el corazón de un arpa.
Y fatigando el mar ¡Que importa el tiempo!
Visitaremos la ciudad sagrada,
La tierra de la Cruz y del olivo,
La que escuchó el Sermón de la Montaña,
La patria de Jesús y de María,
La que arrulló las bienaventuranzas,
La tierra donde un tosco carpintero
Pulió a garlopa el globo deuna lágrima.
En otro amanecer arribaremos
A las islas Canarias,
Tecompraré su ombre que es un trino
Diluido en el agua
Para pescar luceros en el fondo
Te bastará la red de tus pestañas
Y aprenderás que a Dios también se llega
Por el verde camino de las algas.
Si sueñas ver a Nápoles,
Cruzaremos por mármoles de Italia
Y te daré una góndola en Venecia
Y en Asís la humildad de una campana.
Compraremos al Dante sus laureles
Y a Benvenuto su luciente daga,
Para tu muñequero de ilusiones
Y tu azul inquietud de extravagancias.
Buscaremos ositos en Siberia
Rutas de manzanilla al sur de España,
La sombra adolescente de Platero,
La copa de Unamuno en Salamanca,
La fatiga inmortal de Rocinante,
El dardo del Amor Clavado en Avila,
La morena descendencia de "El Cachorro"
Y el llanto de Boadbill sobre Granada.
Y cuando tengas sueño, mi pequeña,
Cuando te canses de medir distancias
Y no quieras viajar a la deriva
Con la estrella polar a las espaldas,
Te arrullaré, mientras mi vieja pipa
Que compré a un bucanero en Samarkanda,
Quema frente a la noche de tus ojos
Mi viejo contrabando de nostalgias.
Ya tengo listo mi velero fatasma.
No le he trazado rumbos a mi auscencia.
No he fatigado el mapa
Localizando zonas que no bailen
Al macabro jazz-band de las borrascas.
Viajaré simplemente,
Sin triangular alturas ni distancias,
Levantando en el timón a Don Quijote
Y a la Rosa del Viento en la solapa.
Acompáñame tú, dulce chiquilla.
Partiremos al alba,
Cuando los alcatraces no dibujen
Su ecuación de náufragos sobre el agua.
Arranca tus raíces de la tierra,
Abre tu citolegia de nostalgias
Y vamos a babarnos el océano
En la copa de luz de la mañana:
Visitaremos todos los países,
Los puertos y las radas.
Te compraré crepusculos en Chipre,
Un elefante niño al sur de África,
Un gajo de luceros en Corea,
Dos elásticos tigres de Bengala,
El dolor milenario de un camello
Y la fatiga estéril del Sahara.
En el Japón te mostraré los biombos
Con figuras bilingües y enigmáticas.
En Pekín buscaremos la muñeca
De blanco corazón de porcelana.
Haremos de bambú balsas de ensueño
Para subir un río de esperanzas
Y te daré un sombrero en forma de hongo
Y una de chinelas para tu pijama.
Pasaremos a Escocia y a Noruega.
Después navegaremos a Finlandia
Para buscar la estirpe de un vikingo
De ojos azules y de luenga barba
Que se murió coleccionando fiordos
En el album con sal de su nostalgia,
Mientras su vieja pipa marinera
Quemaba archivos íntimos del alma.
Y siempre sin control, siempre viajando,
Iremos al pais de Sheherezada
Y allí te contaré Mil y una Noches
De reyes y de esclavas,
De romances y torres de marfil,
De bazares, de alfombras y de flautas,
De madrigales y de surtidores
De pie como las cobras encantadas.
Subiremos al Rhin buscando a Wagner
Y su Tetralogía desvelada.
Cazaremos los cisnes hiperbóreos
Que abanican la muerte con sus alas.
Te diré que la música es un vino
Que cuando estamos tristes se derrama,
Y que el silencio es un santuario celta
Donde repoza el corazón de un arpa.
Y fatigando el mar ¡Que importa el tiempo!
Visitaremos la ciudad sagrada,
La tierra de la Cruz y del olivo,
La que escuchó el Sermón de la Montaña,
La patria de Jesús y de María,
La que arrulló las bienaventuranzas,
La tierra donde un tosco carpintero
Pulió a garlopa el globo deuna lágrima.
En otro amanecer arribaremos
A las islas Canarias,
Tecompraré su ombre que es un trino
Diluido en el agua
Para pescar luceros en el fondo
Te bastará la red de tus pestañas
Y aprenderás que a Dios también se llega
Por el verde camino de las algas.
Si sueñas ver a Nápoles,
Cruzaremos por mármoles de Italia
Y te daré una góndola en Venecia
Y en Asís la humildad de una campana.
Compraremos al Dante sus laureles
Y a Benvenuto su luciente daga,
Para tu muñequero de ilusiones
Y tu azul inquietud de extravagancias.
Buscaremos ositos en Siberia
Rutas de manzanilla al sur de España,
La sombra adolescente de Platero,
La copa de Unamuno en Salamanca,
La fatiga inmortal de Rocinante,
El dardo del Amor Clavado en Avila,
La morena descendencia de "El Cachorro"
Y el llanto de Boadbill sobre Granada.
Y cuando tengas sueño, mi pequeña,
Cuando te canses de medir distancias
Y no quieras viajar a la deriva
Con la estrella polar a las espaldas,
Te arrullaré, mientras mi vieja pipa
Que compré a un bucanero en Samarkanda,
Quema frente a la noche de tus ojos
Mi viejo contrabando de nostalgias.
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