Es verdad. No se trata solo de la muerte. Pero mi punto de vista, aunque suene nihilista, no es tal, porque veo la muerte como la parte de la vida que es y no como su final. Por tanto, con la muerte no creo que se acabe todo, sino que se cambia de nivel. No sé muy bien lo que ocurre: tal vez nos integramos con la unidad, o más probablemente reencarnemos y sigamos aprendiendo.
Sería nihilista si pensara que esta vida que tenemos es la única y no hay más allá nada, o como los católicos, un eterno premio o un eterno castigo. Pero el ciclo vital debe ser tan inmenso e infinito que, y esto es lo que trato de decir, no tiene sentido tomarnos las acciones y preocupaciones de esta vida como si fueran las mayores, las más importantes, como si tuvieran una relevancia total en nuestra continuidad, en nuestra "eternidad".
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