martes

Formulé un deseo hace menos de un mes. Lo olvidé por aproximadamente una semana y media. Ahora todo está aquí de repente. En menos de 48 horas debo armar viaje, conseguir transporte, alojamiento, comida, por cinco días, a mil kilómetros de mi casa. Sólo porque me parece que debo estar allá. Porque en realidad no tengo ninguna otra razón.
Que mi lugar está allá.
Una demostración de cómo no olvidarme de mí misma.

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