domingo
La gente es definitivamente mejor cuando le va bien. Basta con que te sonría la fortuna para que seas automáticamente bondadoso con todos. Una ligera inyección de endorfinas, un poco de soma, y la bondad aflora en tí. No quieres iniciar una pelea, no quieres joder la vida de nadie, no robas a nadie. La alegría del ladrón no tiene un trasfondo real. Detrás de su sonrisa se esconde su desgracia.
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