jueves

Cuando ingresé a la entrada de Wikipedia para Dào Dé Jing, pasado un rato, comencé a escuchar un bucle de grabaciones que comenzó a reproducirse automáticamente con una retahíla de máximas de filosofía taoísta, recitadas por la voz mecánica de un generador informático. una detrás de otra, sin hacer una pausa entre una frase y otra. Pasados unos segundos, es imposible capturar el sentido de lo que estás escuchando y las máximas pierden todo su significado. 

Un maestro zen habría dicho: "¡Eso es!".