jueves

Para escritores

Un artículo porteño que da consejos para escribir una novela. Muy acertados.

http://weblogs.clarin.com/podeti/archives/082460.php

Muchos mundos

Hay muchos mundos, muchas verdades y muchas explicaciones. En la india existen millones de dioses, todos son ciertos y a todos se los venera. Así pues, es verdad que existe un yo superior y un alma y una conciencia colectiva y un corazón universal que nos une a todos y que nos hace a todos parte de una misma cosa. Yo lo he sentido. Pero también es verdad que cada quien tiene sus propias pequeñas felicidades mundanas, que nos gusta comer carne, tener sexo y emborracharnos, que queremos ser felices antes de morirnos. Yo no creo que se deba escoger uno de los dos caminos y dedicarse a él de por vida. Yo no creo que se trate de decidirse entre una vida espiritual o una material, yo creo que todo debe ser tenido en cuenta. Si existen todos los caminos, ¿cómo va a ser verdadero ninguno frente a los otros? Lo que hace verdadero a un camino es que queramos caminarlo. Que nuestra decisión de mantenernos en él esté libre de miedo o de ambición, como dice Carlos Castaneda.
De todas formas, los caminos no llevan a ninguna parte, no es esa la razón de su existencia. Ellos no llevan, ellos simplemente están ahí, esperan al caminante que los descubra, que los recorra, que los explore. El caminar es una acción en presente, vivir el momento, estar ahí, sin importar qué sea lo que hagamos. Vivir desde la oración más pura hasta el acto más bajo, de lo sublime a lo mundano.
A estas alturas de mi vida (y todavía no me considero vieja), yo no creo que la felicidad sea algo que me esté esperando después de ochenta años de sacrificio. Que si no la encuentro aquí, en la vida diaria, no la voy a encontrar en ninguna parte. Que con preocuparme no gano nada, y que un sofá roto, una olla sucia, o una mancha de grasa no tienen por qué ser cosas que merezcan demasiada atención.
He cambiado, es verdad. Vivir aquí me ha enseñado un par de cosas. Soy más tolerante, al fin y al cabo todos tenemos nuestros propios problemas, es que cada uno está tan ensimismado en lo suyo, y tiene tanta necesidad de atención y de afecto que no hacemos más que gritar por sobre todos los demás, alzar nuestra voz sobre las otras y exigir que se nos escuche, sin ofrecer a cambio nuestros oídos.
He aquí unos oídos dispuestos a escuchar.

Sueño

Todos necesitamos algo de caos en nuestra vida. De hecho, la tercera parte de ella, el sueño, es puro caos.